
Aun estaba ahí
El Inquisidor
Yo herviría en aceite
Nos podriríamos en mazmorras
Con los vientres sangrantes
Nuestras tumbas de hijos
incendiadas
Así sería
así.
Él al asecho
no serás libre de culpa no serás
se instala en el vientre
te cose los labios todos
estoy donde siempre
Desterrada Erinia
te detesto
¡Arde! ¡Sé carbón!
Volverás a nombrarme
lejos la Furia
No cruzaré
Permaneceré
tal vez te agotes
…ojalá…
Noche de las Profundidades
aparta sus ojos de mí
No entrar
Detenerse al Portón
Voces se escuchan añejas
No más Misa
nunca más